Nuestras 10 playas favoritas de Ibiza

Ibiza es uno de esos destinos a los que deseas volver en algún momento. Nosotros hemos estado ya varias veces en verano, aunque primavera y principios del otoño también son buena época pues el clima es cálido y la isla está más despejada de turistas. El atractivo principal de unas vacaciones en Ibiza con niños son sus playas: aguas tranquilas y poco profundas de un azul turquesa que hacen las delicias de padres e hijos. Siempre que visitamos la isla nos gusta conocer playas nuevas, pero también repetir nuestras preferidas, así en cada viaje descubrimos alguna nueva joyita. Las hay para todos los gustos, nosotros solemos quedarnos con las más familiares y así hemos establecido nuestra personal selección de playas de Ibiza para ir con niños:

Cala Comte

O playas de Comte o Conta. Llamadla como queráis, es nuestra favorita sin ninguna duda. A primera hora de la mañana cuando todavía no hay nadie es como una preciosa playa salvaje a los pies de un pequeño acantilado con un chiringuito en lo alto. Parece como si el propio mar hubiese ido excavando la playa en la roca. El agua es completamente transparente y refleja los rayos del sol en la superficie. No tiene más olas que las creadas por algunos barcos que fondean en frente de este pedacito de costa. La arena es clarita aunque no muy fina, está formada por diminutos pedacitos de conchas rotos y pulidos por la fuerza de las olas. Indira la llama la playa de los tesoros porque siempre encuentra una conchita o piedra preciosa. Y las puestas de sol desde esta cala son de las mejores de toda la isla. Tan idílico lugar no es un secreto, por eso conviene ir pronto para coger sitio, tanto en la playa como en la zona de aparcamiento (gratuito).

Las Salinas

Una de las playas más famosas ubicada en una antigua salina, que todavía puede verse al llegar. La disfruta gente de todas las edades. Es muy larga y es fácil encontrar un hueco apropiado incluso cuando está llena. Hay mucho ajetreo de vendedores ambulantes de bebida, pareos, fruta fresca, gafas de sol… También es una zona frecuentada por fotógrafos para sus sesiones, puedes hacerte una cuantas instantáneas que después te enseñan en su tienda de Ibiza y siempre acabas picando porque te sacan fenomenal entre la arena y la espuma del mar. Hay varios restaurantes en la playa, a nosotros nos gusta mucho el  Jockey Club aunque hay que reconocer que no es barato. Su música por la tarde se escucha en media playa y anima bastante. Hay un gran parking de pago a la entrada.

Cala Boix

Es la única playa en Ibiza con arena negra, además resulta muy suave al tacto y dan ganas de rebozarse y hacer la croqueta por la orilla. Los niños alucinan con esta arena. Es pequeñita y tranquila, con poca gente. Se accede a la cala bajando por unas empinadas escaleras de hormigón desde un pequeño parking (gratuito). Hay un pequeño chiringuito para comer o tomar algo. Al entrar a la playa hay un poste con latas de refresco colgando para que los fumadores cojan una y puedan echar en ella las colillas, ¡gran idea! Cuando nosotros estuvimos el tiempo estaba revuelto y había algo de olas, las únicas que hemos visto en Ibiza.

Cala Gració

Pequeña cala en forma de herradura, muy cerrada y protegida de corrientes. El mar está completamente plano, no hay nada de olas, por eso está tan frecuentada por las familias con niños pequeñitos. Es una playa de arena muy buena para que los peques se entretengan jugando en la orilla. El agua no es del color turquesa de otras playas, pero aún así está limpia y clara. Hay poca zona de parking (gratuito) y se accede a la cala desde una escalera o rampa de madera. La playa cuenta con duchas y un pequeño bar.

Cala Tarida

La playa está dividida en 2 partes por un pequeño cabo de roca, desde donde salen barcos con excursiones a Es Vedrá y Formentera. Su arena es muy fina, la playa cubre poco y el agua está calmada como un plato, muy cómoda para que jueguen los peques en la orilla. En la parte norte de esta cala el agua es un poco más verdosa y fea porque hay más algas, la parte sur es azul celeste. Hay una roca dentro del mar a la que se puede subir y saltar al agua desde lo alto, si lo hacen los niños, siempre con supervisión de los padres. Desde la orilla se pueden coger zodiacs y patines para un paseo familiar por el mar. Tiene parking gratuito, mejor el de la zona norte porque está asfaltado, desde ahí bajas unas escaleras para acceder a la playa. En la parte de atrás de esta hay muchos restaurantes, uno que nos encanta es Ca´S Milá.

Cala Benirrás

Hay que atravesar toda una montaña llena de árboles y vegetación para llegar a esta pintoresca playa. El agua es transparente, tranquila y en la orilla no hay arena sino pequeños cantos, donde cuesta clavar la sombrilla. Es muy hippy, tiene muchos puestecitos al entrar a la playa y los domingos por la tarde en verano tiene lugar la fiesta de los tambores mientras se contempla la puesta de sol a ritmo del tam tam. Se pueden alquilar patines, hay varios restaurantes y tiene parking de pago.

Cala Salada

Una pequeña cala muy popular entre los ibicencos, especialmente para las puestas de sol, pues desde aquí son todo un espectáculo, muestra de ello es que la playa se empieza a llenar a última hora de la tarde. Es una cala de piedras, no tiene arena, aunque cruzando unas cuantas rocas se llega a Cala Saladeta, más pequeñita, que sí tiene arena. Ojo si cruzáis estas rocas cargados con bebés o con muchas cosas encima porque la tarea se vuelve complicada. No tiene chiringuito ni apenas parking, se aparca a los lados de una pequeña carretera que llega hasta la playa a través de la montaña. Conviene llegar a la cala, descargar y que papá o mamá busque aparcamiento colina arriba porque bajar cargados con los bártulos de la playa es todo un desafío.

Cala D’Hort

Playa pequeñita de difícil acceso y poco parking (y de pago). Tiene mucho encanto, con arena fina, agua azul y unas preciosas vistas de la isla de Es Vedrá justo en frente. Para comer es muy recomendable el restaurante El Carmen, especialistas en arroces y pescados.

Cala Bassa

Muy concurrida entre las familias y la gente joven, se llena bastante. Es una playa de arena fina y agua azul muy animada. Vienen muchos barcos y hay un banana boat y otras actividades que se pueden contratar desde la propia cala. Tras la primera línea de playa se encuentra el Cala Bassa Beach Club, con restaurantes, tiendas, DJ con buena música, espacios para masajes y camas balinesas. Mola para tumbarte con los niños en una de ellas y echar una siesta o tomar algo pero se paga ¡y bien! Tiene parking de pago justo antes de llegar a la playa.

Playa de Santa Eulalia

Una grandísima playa de arena en el propio pueblo, con el puerto deportivo al lado. Si os alojáis en Santa Eulalia del Río (Santa Eularia des Riu) es perfecta pues no tenéis que desplazaros en coche. Si no os alojáis aquí también merece la pena una visita para conocer la playa y el pueblo, uno de los más familiares de la isla, con muchos restaurantes, pubs y tiendas en la zona del puerto.

Para que puedas ubicar bien todas estas playas aquí tienes un mapa con ellas:

Sabemos que hay muchas más playas buenas para ir con peques en Ibiza. ¿Cuáles son vuestras favoritas?