El viernes pasado Indira y yo nos tomamos una tarde de chicas y acudimos a un evento muy especial. La marca de ropa y accesorios infaltil TucTuc nos había invitado a la presentación de su nueva colección KIMONO de Productos para el Bebé 2014, de inspiración japonesa y la llevó a cabo emulando una celebración típica japonesa, la fiesta Koinobori, día de los niños en Japón, donde no faltan las cometas con forma de pez que llevan el mismo nombre que la fiesta y simbolizan la fuerza, el coraje y la perseverancia.
Últimamente compro más complementos de viaje en Intenet en tiendas on line que en tiendas físicas, así que me apetecía ver esta nueva colección en persona y sobre todo pasar una tarde tan especial con mi hija, como la que TucTuc nos tenía preparada a un grupo de privilegiadas.
El evento se celebró en Bonsaikido, una escuela de bonsáis, muy apropiada con la temática. En su jardín se exhibía la nueva colección junto a los arbolitos. El surtido de artículos era bastante amplio, aunque yo barrí para mi campo fijándome en los accesorios de viaje como la trona portátil, la mochila de los niños, el portabebés y productos de paseo para el carrito como las bolsas de maternidad y unos cubremanos que me parecieron de lo más práctico para darse buenos paseos en invierno y más pensando que salgo de cuentas para diciembre.
Tras la recepción en el jardín y un zumito de frutas pasamos a una salita con tatami donde contemplamos un teatro clásico japonés. Era una sucesión de láminas con acuarelas preciosas que iban pasando por un bastidor mientras nos contaban el cuento de cómo el pez koi llego a ser un pez dragón, con fuerza, coraje y perseverancia. A Indira le encantó el teatro, era para las dos la primera vez que veíamos un teatro japonés, en mi caso tiene delito pues hace años que visité este país.
Pasamos al taller de peces koi, aquí los peques decoraban y elaboraban sus propios peces símbolo de esta fiesta. El taller se le quedaba un poco grande a Indira y no acabamos nuestro pez, pero eso sí, antes de irnos tuvimos la oportunidad de dejar nuestro deseo escrito en un papelito y colgado en una planta de bambú. Nos despedimos y salimos con un bonito regalo para la peque, una osita Kokeshi mascota de esta colección con la que Indira no paró de jugar hasta caer rendida de sueño al llegar a casa.
Qué chula! un poco rosa para mi tropa 😉 ….para niños había opción?
Hola Sandra, sí que había cosas en tonos azules y turquesas para niños. Fue casualidad que los artículos más «viajeros» estuviesen en rosa. Seguro que a vosotros que acabáis de volver de Japón os encanta.