La capital de Noruega es uno de esos lugares en los que te resulta muy cómodo viajar con niños. Tiene interesantes atracciones turísticas para ellos y muchas facilidades en restaurantes, hoteles, acceso a transporte público… Para nosotros fue un placer recorrer Oslo con nuestros niños de 2 y 4 años y ellos, lo recuerden más o menos en un futuro, pasaron unos días de diversión y descubrieron un montón de cosas nuevas.
Top 10 Oslo con niños
Si viajáis a Oslo con niños estas son las 10 visitas turísticas que os recomendamos:
Museo Fram
El museo de las expediciones polares fue uno de los lugares que más disfrutaron nuestros peques y yo misma me hubiese quedado todo el día. Aquí se exhibe el barco polar Fram, al que puedes subir a bordo para conocer de primera mano todas sus estancias y como vivían los exploradores en sus expediciones a los rincones más gélidos del planeta. El museo tiene experiencias interactivas especialmente para los niños, como comprobar lo que pesa un trineo de nieve cargado hasta los topes y ver si eres capaz de arrastrarlo como hacían Amundsen y sus compañeros de viaje.
Museo de Barcos Vikingos
Se encuentra muy cerquita del anterior, ambos en la península de Bygdøy a la que se llega muy rápido en ferry. Si vuestros hijos han mostrado interés por los vikingos este museo les encantará, pues muestra los barcos de este pueblo mejor conservados del mundo. Se encontraron en el fiordo de Oslo y tienen más de 1.100 años, sirvieron como barcos funerarios y junto a ellos también se encontraron trineos, tejidos, objetos domésticos y el único carro vikingo.
Museo del Pueblo Noruego
Este otro museo hace el triplete de la península de Bygdøy. A nosotros no nos dio tiempo a verlo y es una lástima porque tengo entendido que merece la pena bastante. Es un museo al aire libre donde se muestran 155 casas tradicionales de todas las regiones de noruega. En verano además hay actividades para los niños, bailes tradicionales y una pequeña granja donde ver animales domésticos.
Parque Vigeland
El parque de esculturas humanas más grande que yo he visto en mi vida, hay más de 200. Es una visita obligada para cualquier persona que se acerque a la capital noruega. A los niños les llama la atención los personajes de las esculturas, enfadados, jugando, peinándose o creando alguna escena de la vida diaria. El parque culmina con un monolito de 17 metros de altura formado por 121 figuras humanas. Hay también una zona de juegos infantiles con un castillo y toboganes, para cuando los peques se cansen de contar estatuas.
Fortaleza y Castillo Akershus
La fortaleza es de acceso gratuito, tiene unos preciosos jardines salpicados de curiosas estatuas, unos cañones rojos apuntando al horizonte y un estanque lleno de carpas y patos. Dentro de la formaleza pueden visitarse el museo de la Resistencia y el Castillo, que data del año 1300. Hoy en día el castillo se utiliza para actos oficiales del gobierno.
Frognerbadet
Si visitáis Oslo en pleno verano y os hace uno de esos días de mucho calor inesperado os gustará conocer esta zona de baño al aire libre, muy cerquita del parque de Vigeland. Cuenta con una piscina olímpica, 2 infantiles, una de ellas con un tobogán muy divertido para los peques y una piscina de saltos de trampolín que quita el hipo. Si os preocupa la temperatura del agua, no tengáis problema, ¡está climatizada!
Hovedøya
A esta isla se llega en 10 minutos en un ferry que sale desde el puerto detrás del ayuntamiento y representa todo un remanso de paz. Es el lugar perfecto si os apetece que los niños corran en plena naturaleza, pues está repleta de bosques o hacer un descanso mirando al mar desde alguna de sus playitas. En esta isla se pueden también visitar las ruinas de un antiguo monasterio cisterciense de 1.147. La isla es reserva natural, y su flora y fauna tienen especies protegidas. Nosotros tuvimos un divertido encuentro con unas gaviotas en la playa a las que Sam perseguía hasta que alzaban el vuelo y al momento volvían protestando con sus graznidos.
Popsenteret
No nos dio tiempo a visitar el museo de música pop, nombrado mejor museo del año en 2013 y nos quedamos con las ganas. Es un centro interactivo con una gran tecnología audiovisual, en el que encontraréis música noruega principalmente. Tiene un estudio donde puedes grabar tus canciones y diseñar la carátula para tu disco.
Galería Nacional
Aquí se expone la mayor colección pública de pintura, grabados, esculturas y dibujos de Noruega. Y es aquí donde encontraréis el archifamoso cuadro de Munch El Grito. Si vuestros hijos son muy chiquitines quizás no les haga mucha gracias visitar este tipo de museos, pero si son algo mayores y has estudiado algo de arte en el cole seguro que vale la pena una pasada por la galería.
Holmenkollen
Se trata del trampolín de saltos de esquí de Oslo y se ubica a las afueras de la ciudad. Aquí podéis visitar el museo de esquí más antiguo del mundo, conseguir unas estupendas fotos panorámicas del fiordo desde su parte más alta y si queréis sentir lo mismo que los saltadores de esquí podéis probar su simulador de esquí o su tirolina de 361metros que te lleva desde arriba del todo hasta el suelo.
Y si pensáis hacer todas estas visitas os vendrá bien contar con la Oslo Pass, una tarjeta que incluye la mayoría de atracciones turísticas de la ciudad y el transporte público. Hay una versión en tarjeta de papel y por si sois de los que lo lleváis todo en el móvil, también existe la versión App para que elijáis el formato que más os guste.
¿Os animáis a hacer una escapada a la capital noruega?