De mochileros a porteadores de nuestros hijos

De mochileros a porteadores de nuestros hijos

¿Os he contado alguna vez cómo pasamos de llevar en los viajes una mochila de equipaje a una mochila con niño?

Cuando éramos más jovencitos solíamos buscar en internet la tarifa más barata de vuelos, aunque eso significase pasar una noche en algún aeropuerto o hacer escalas de mil horas en las que echarnos una siesta o hartarnos a ver tiendecitas de tax free. Cargábamos nuestras mochilas con la ropa justita, y tirábamos para adelante, unas  veces con reservas de alojamiento y otras sin ella, con más opción a la improvisación. Si esto os resulta familiar y habéis tenido hijos seguro que lo que viene a continuación también os suena.

Con la llegada de nuestra primera hija no pensábamos dejar de viajar, fue además cuando comencé a escribir este blog de viajes con niños. Pero sí éramos conscientes de que algunas cosas habían cambiado y debíamos adaptar nuestros viajes a la nueva integrante de la familia.

portabebes de fular

La mochila de equipaje dejó de ser esa fiel compañera de viaje y la cambiamos por la mochila portabebés, que en muchas ocasiones viene mejor que el carrito (portabebés VS carritos). Creo que la mayoría de mochileros al tener hijos acaban haciendo este cambio y pasan a ser porteadores de sus pequeños. Imagino que en unos añitos volveremos a las mochilas y nuestros hijos llevarán las suyas, de momento lo único que nuestros peques cargan son unas diminutas mochilas con un par de juguetes.

Seguimos organizando el viaje por nuestra cuenta en lugar de acudir a una agencia, pero ya no buscamos la tarifa más barata de avión o tren a toda costa, sino que intentamos que nos venga bien el horario, aunque sea un vuelo de 2 horas, que no nos haga salir de casa a media noche o tener que coger un autobús de 2 horas tras el vuelo porque hemos llegado a un aeropuerto secundario al volar con una compañía low cost. Antes nos alojábamos en cualquier sitio más o menos decente y sin bichos. Ahora buscamos más comodidades y nos asesoramos mejor sobre el lugar elegido pues pasamos más tiempo en él. Miramos opiniones de otros viajeros en Trip Advisor o seguimos recomendaciones de otros blogueros. Preferimos los apartamento a los hoteles porque podemos cocinar la comida que les gusta o preparar purés cuando eran más chiquitines y hacer el horario de las comidas a nuestro antojo. También es un alivio que los niños puedan tener su habitación, pues se acuestan más temprano y así tu puedes hacer algo más que ver la tele sin hacer ruido. Además, cuando tienes un bebé al que dar un bibe en plena noche se agradece contar con varias estancias para no despertar al otro peque.

viajar con niños

En la ruta de cada día intentamos que haya visitas o actividades que también les gusten a ellos, aunque sea un parque donde jugar un buen rato o para hacer una parada de descanso. Aprovéchate si todavía son bebés, pues puedes ir donde te plazca que ellos no dicen ni pío, pero pronto crecen y te piden ir al parque, a ver animalitos, a la playa… ¡Y acaban mandando ellos!

Cuando viajábamos en pareja, aunque siempre nos ha gustado comer bien y probar la gastronomía local, no nos preocupábamos de horarios y podíamos tomar cualquier tentempié o comer en cualquier momento del día. Con los peques intentamos mantener sus horarios, no importa que comamos un picnic en un parque o a todo tren en un buen restaurante pero si no seguimos sus horarios está comprobado que la cosa comienza a complicarse: rabietas, mala leche, lloros, sueño… Así que tratamos de cumplir esto, no a rajatabla, pero sí en la medida de lo posible.

comer en los viajes con niños

Cuando íbamos de mochileros no parábamos en todo el día y no pisábamos la habitación más que para dormir. Ahora llevamos un ritmo un poco más tranqui, a veces volvemos al alojamiento a la hora de la siesta y otras dejamos que echen una cabezadita en algún sitio cómodo (playa, parque, sillón de una cafetería…). Cuando eran más pequeños dormían bien en el carrito y eso nos permitía continuar las visitas mientras ellos dormían una siestecita e incluso hacer en ese momento las visitas que a ellos más les hubiesen aburrido.

Lo mejor de viajar con niños es ver cómo ellos se emocionan con todo y sienten algunas experiencias por primera vez. Seguro que no recordáis cómo os sentisteis la primera vez que tocasteis la nieve o visteis el mar, pero estas sensaciones se reviven con nuestros hijos. Indira con un añito no se atrevía a poner los pies sobre la arena y el primer día que fuimos a la sierra con nieve se tiró toda la mañana alucinada con la boca abierta. Sam en la playa se lanzaba desde bien pequeñito hacia el mar gritando de alegría. Luego vienen los incansables “Mira mamá…”, con cada bichito o cualquier cosa que para nosotros ya pasa inadvertida, y es que para ellos cada detalle es un mundo. Los viajes se convierten en nuevas experiencias o emociones y es fantástico compartirlo con ellos, ¿no os parece?

4 Comentarios

  1. InterMundial Seguros de Viaje - 7 mayo, 2014

    ¡Nos hemos emocionado con vuestro post! Aunque los niños cambien en cierto modo nuestra vida siempre podemos adaptarnos y continuar haciendo lo que más nos gusta. Les estáis enseñando a vuestros pequeños el mundo de una forma preciosa y os felicitamos por ello.

    Es precioso que a la vez ellos os transmitan la forma de ver el mundo con la ilusión y emoción que tienen por las cosas que, de otra forma, pasarían desapercibidas.

    ¡Un saludo!

    • createster - 7 mayo, 2014

      Gracias! Es fácil adaptarse a las nuevas necesidades si así puedes seguir disfrutando de los viajes, es más cuando eres padre o madre esres tú el que le enseña el mundo a tus hijos y la forma de verlo. Un abrazo!

  2. Victor de Mochileros 2.0 - 15 septiembre, 2014

    Que bonito es verte reflejado en las experiencias de los demás, y esto es lo que has conseguido transmitirme en este post. Los que hemos viajado antes solos y después con niños creo que sufrimos en mayor o menor medida esta transformación.

    Todavía me acuerdo de este verano haciendo de porteador de mi «peque» de 3 años bajando del Preikestolen en Noruega, y decían que las niñas no íbamos a poder subir….

    http://mochilerosdospuntocero.blogspot.com.es/2014/07/dia-18-29-de-julio-preikestolen-el.html

    En fin, fantástica web, un abrazo viajero

    • createster - 15 septiembre, 2014

      Hola Víctor, entonces sois de los nuestros!!! Y menudos valientes, subiros al Púlpito con una peque de 3 años a cuestas. Seguro que una vez arriba todos os sentísteis la mar de orgullosos de haber conseguido lo que muchos no se creían. Un fuerte abrazo familia!

Escribe tu comentario

Acepto la política de privacidad. *

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar