Si por algo destaca la ciudad de Glasgow es por tener una inmensa cantidad de museos. Mi percepción de la hermana fea de Edimburgo era que a esta ciudad se venía de compras pero después de nuestro viaje familiar de este verano #GulliverInScotland me di cuenta de que Glasgow ofrece mucha cultura y gran parte de ella se encuentra presente en sus museos. La estrella la tiene su Kelvingrove Art Gallery and Museum, un lugar fantástico para visitar con niños, os resultará tan interesante como desordenado, ya que en él podéis encontraros desde historia natural en forma de dinosaurios y fósiles hasta pinturas de artistas escoceses.
Y precisamente este pequeño caos de colecciones de todo tipo es lo que lo hace más fascinante pues te encuentras auténticas sorpresas como fue para mí encontrarme al Cristo de San Juan de la Cruz de Dalí, solo en una pequeña salita, como echándose encima del espectador, con esa perspectiva que sólo Dalí sabía dar a las cosas.
Además de esta joyita, la colección de arte incluye muchas obras europeas importantes, con impresionistas franceses, renacentistas daneses, coloristas escoceses y artistas de la Escuela de Glasgow.
La primera planta está dominada por las ciencias naturales, con multitud de animales (no sé si disecados o maquetas). Ocupan un lugar especial los animales prehistóricos y dinosaurios. Se exhiben esqueletos de algunos de estos gigantescos seres del pasado y una recreación de un Tiranosaurio Rex animado, que pegó un buen susto a Indira. Me recordó a un episodio de Peppa Pig en el que en el museo George también se asusta con un T-Rex…
El museo también cuenta con una significativa muestra de armas y armaduras, una de las más llamativas es la llamada Avant de 1440, considerada la primera armadura casi completa y las primeras armaduras para hombres y caballos de batalla. Aunque hubo otra que consiguió captar más mi atención, una armadura de guerrero de las islas del pacífico con el casco de pez globo y una espada hecha con dientes de tiburón.
En el Kelvingrove también hay sitio para las distintas culturas el mundo, con objetos de América, Asia, África y Oceanía de épocas pasadas, sarcófagos egipcios, historia y arqueología escocesa con materiales sobre los primeros asentamientos escoceses y el diseño, hay toda una galería dedicada a Charles Rennie Mackintosh, uno de los hijos más famosos de Glasgow y principal contribución británica al Art Nouveau.
Si con todo esto no os he convencido para visitar este magnífico museo sólo añadiré una cosa más: la entrada es gratuita, así que ¡pasen y vean!