Ya hacía un tiempo que nos apetecía desconectar de la ciudad y hacer una escapadita con los peques a algún entorno rural. Llevábamos unos días muy ajetreados y lo que nos apetecía era encontrar algún lugar donde poder descansar y que a la vez tuviera oferta de ocio y actividades, para que los niños se pudieran entretener.
Las Cabañas del Valle del Cabriel era el lugar perfecto para nuestra escapada de fin de semana, es un complejo de 43 cabañitas de madera distribuidas a modo de poblado, con muchas facilidades para las familias y diversión para los pequeños. Se encuentra ubicado en la provincia de Albacete, muy cerca de Valencia, a 3 horas de Madrid, lo que en nuestro caso es una distancia cómoda para viajar un fin de semana con los peques.
A Indira le encantó nuestra cabaña desde que llegamos, para ella era como una casa de juguete gigantesca. La verdad es que nos resultó muy espaciosa, en el saloncito había 2 cómodos sofás donde cabíamos los 4 y como había 2 habitaciones, los peques tenían su propio cuarto, lo que se agradece cuando se acuestan prontito y los papis nos quedamos un ratito viendo la tele en el salón, vamos que como en casa. La cocina tenía todo lo necesario para cocinar en vacaciones, aunque si no te apetece cocinar, te puedes acercar al restaurante del Balneario de Baños de la Concepción (al ladito) y comer de buffet.
Un punto muy positivo en estas cabañas es que están climatizadas y gracias a eso resultan cómodas en cualquier época del año. A nosotros nos hizo muy buen tiempo, por el día daba gusto quedarse al solecito del otoño, ese que calienta pero no quema, e incluso comimos en la terracita de la cabaña. Por la noche refrescaba y había que poner la calefacción.
El centro cuenta una gran variedad de entretenimientos para los niños: piscina al aire libre, pista de fútbol y baloncesto, parque con columpios, ping pong, camas elásticas, un castillo hinchable que probamos la familia al completo, un huerto ecológico y el corral del abuelo Antonio. Además en primavera y verano se realizan actividades como gymkanas y rafting muy cerquita.
Pero sin duda su plato fuerte es su balneario, en el mismo recinto de las cabañas. Hay una piscina de aguas termales con duchas bitérmicas, chorros de hidromasaje, baño turco y sauna. Lo bueno es que se puede disfrutar de este spa en familia, pues los peques también pueden bañarse, evitando eso sí las zonas de aguas muy calientes, las saunas y los chorros. Dicen que aquí el agua tiene propiedades reconstituyentes y que son beneficiosas para dolencias como reuma o varices. No sé si nos mejoró la circulación pero sí os aseguro que el baño nos sentó de miedo y que los niños se relajaron tanto que se echaron una siesta de 2 horas.
Es obligatorio el uso de gorro, nosotros nos lo quitamos para la foto
En esta zona se pueden hacer varias rutas de senderismo del Valle del Cabriel como la Noria de los Basilios o la presa de Contreras. Nosotros optamos por coger el coche y acercarnos a un pueblecito muy pintoresco llamado Alcalá de Júcar, construido en el cañón del río Júcar, con muchas de sus casas excavadas en la roca y su castillo coronando el cañón. Una excursión muy recomendable.
Queremos dar las gracias a las Cabañas del Valle del Cabriel por invitarnos a disfrutar un fin de semana en sus instalaciones y a conocer todas las posibilidades de ocio que tienen para las familias.
