Hace un tiempo, en nuestro viaje a la Vall d’en Bas visitamos una granja que nos cautivó. A los peques les encantan las granjas y siempre que hay una cerca de nuestro destino nos acercamos a conocerla. En este caso fue todo un acierto, es una la granja más eficiente y a la vez más didáctica que hemos conocido. Además tienen el sello de Bienestar Animal, ¿qué más se puede pedir?
Mas La Coromina es una granja familiar destinada principalmente a la producción de la leche de marca comercial ATO, que ha sabido adaptarse muy bien a los nuevos tiempos y ampliar su visión de negocio, ofreciendo visitas guiadas a colegios y familias. La actividad comienza con un recorrido por todo el recinto para conocer el proceso de elaboración de su leche con amplias explicaciones y respuestas a todas nuestras preguntas. Te enseñan a las vacas, separadas las más pequeñitas y las que están a punto de parir, que ya no las ordeñan y salen al prado, y te explican todo el funcionamiento de la granja. Puedes ver también su sala de ordeño e incluso su tractor al que te dejan subir para una foto. Cuentan también con un pequeño corral con gallinas y ocas.
Nos gustó mucho que todo su sistema es sostenible, cultivan sólo el terreno necesario para abastecer al número de vacas que tienen, unas 400, y con las heces de las vacas crean abono para sus campos de manera que se mantiene un equilibrio. Además nunca habíamos visto una granja con certificado de Bienestar Animal (AENOR CONFORM) y la granja Mas La Coromina lo tiene. Este sello garantiza la buena alimentación del ganado, su buen estado de salud y unos cuidados acorde a sus necesidades. Esto se traduce en ciertas comodidades para el ganado como un suelo de goma (similar al de los parques infantiles) para mantener las pezuñas de las vacas en mejor estado, camas de paja en las que cada mañana ponen cal para que estén siempre secas, tienen rascadores, cuentan con un limpiador automático del suelo que va barriendo todas las heces para mantener el suelo más limpio y para combatir el calor en verano las mojan después de cada ordeño y les ponen ventiladores. Vamos que miman a sus vacas para que estén en las mejores condiciones.
La visita es una hora y media aproximadamente y termina con un audiovisual y degustación de yogures y quesos elaborados en la granja, que están deliciosos. Al salir puedes pasar por la tienda y comprar los que más te hayan gustado.
La granja tiene una sala para las visitas donde dar charlas y ver la proyección, con las paredes repletas de dibujos y puzzles donde los niños tienen que ir pegando piezas imantadas a la pared, todas relacionadas con los animales de granja y los cultivos de los alrededores. Los dueños de la granja, en colaboración con especialistas en educación, han creado unos proyectos didácticos específicos por edades, enfocados a las visitas escolares para adecuar la temática de la visita y juegos a lo que los niños están aprendiendo en el cole, incluso relacionan la granja con el arte! ¿Se os ocurre mejor forma de aprender?
La Vall d’en Bas está certificada como Destino de Naturaleza y Turismo en Familia. Este certificado lo otorga la Agencia Catalana de Turismo quien nos invitó a conocer esta zona y a quien tenemos que agradecer la visita a esta granja que tanto nos ha gustado.
