Las avenidas del parque se llenan de calabazas, cuervos, gatos negros, calaveras en una fantástica ambientación de la noche de los muertos. Detrás de una atracción tan pronto te encuentras con el Pájaro Loco como con Bitelchús, la niña del Exorcista o Frankenstein. Niños y mayores se ponen al servicios de estupendas maquilladoras que pintan cicatrices en sus caras, heridas o caracterizaciones de muñecas terroríficamente recosidas. Hay espectáculos con música rock y canciones de fantasmas y por supuesto las mejores atracciones para todas las edades. Este es el Halloween que nos propone Port Aventura.
Después de 10 años he vuelto a este gran parque temático, mi situación ha cambiado mucho, la primera vez fuimos tres amigos, ahora hemos ido 9 adultos y 7 niños (entre 3 meses y 9 años), y si entonces Port Aventura me encantó, ahora me ha vuelto loca. No en vano ocupa el nº 3 del ranking de parques temáticos en Europa, y si fuera por mí desbancaría al mismísimo Disneyland Paris.
Nada más entrar al parque te encuentras con una gran calavera sobre la panorámica del parque, gigantescas calabazas donde los niños pueden meterse dentro para hacerse fotos, bodegones con auténticas calabazas, esqueletos, arañas gigantes y otras criaturas decorando los rincones. La ambientación de esta época del año la completan los personajes que aparecen a lo largo de todo el recinto: el coche de la familia Adams con todos su integrantes, un Bitelchús a quien quizás nuestros peques no conozcan (ya tiene años este fantasma ¿eh?), locos de manicomio con ojos blancos e incluso los personajes de Barrio Sésamo aparecen con capas de Drácula y dientes de vampiro o máscaras terroríficas. Además los propios visitantes del parque pueden unirse a este desfile de monstruos con los disfraces que venden allí mismo en las tiendecitas y con las caras pintadas (las maquilladoras están en los puestecillos del parque). Nosotros acabamos llevando en nuestra tropa un zombie y tres mini Monster High, (una opción más suave para que no se asustasen demasiado).
Las actuaciones clásicas del parque también se han renovado y llevan la temática de Halloween, en el programa se indica con una calabaza los espectáculos de poco miedo y con tres las de mucho terror, para poder elegir sabiamente y que la fiesta no acabe en pesadilla. Nosotros sólo pudimos asistir a la de Sésamo Aventura y nos encantó a todos. Incluso mi hija de un año se animaba con unas canciones muy cañeras a ritmo de rock, cantadas por Triki, Epi, Blas y compañía.
En cuestión de atracciones este parque es toda una maravilla. Tienen 6 áreas temáticas muy bien caracterizadas: Far west, Polynesia, China, Mexico, Mediterránea y Sésamo Aventura, que dan cabida a atracciones para todas las alturas (así es como se mide la entrada a la atracción, las más fuertes a partir de 1,40cm). Entre las atracciones más trepidantes me quedo con el mítico Dragon Khan, la nueva Shambhala, donde te olvidas hasta de respirar y Furius Baco, una montaña rusa que no tienen ni caídas ni loopings pero te lanza a 135km/h en 3 segundos y sientes lo que es la auténtica velocidad, por algo es la montaña rusa más rápida de Europa. Divertidísimas siempre las atracciones de agua, especialmente el Silver River y otras como El tren de la mina, Los potrillos, y La escuela de conducción también tuvieron mucho éxito entre nuestra chiquillada.
Con la apertura de la zona de Sésamo Aventura el parque no sólo ha ganado un espacio para los más pequeños, también ha conseguido aumentar su número de “mascotas” que caracterizan el parque, amplían la gama de souvenirs y aparecen en las actuaciones y por las calles para hacerse fotos con ellos (Coco, Elmo, Triki…). Aquí hay varias atracciones en las que los niños, incluso de un añito pueden subir con un adulto, como la Granja de Elmo, que les suele encantar. Y otras en las que pueden subir solos si ya caminan. Otra zona muy chula para los más enanos es el área infantil de China, a los nuestros no había forma de sacarles de allí.
Como en todos los parques temáticos, la parte no tan buena son las largas colas que hay para muchas de las atracciones, especialmente en las montañas rusas. Port Aventura tiene varios tipos de pases Express que bien valen la pena para el que esté dispuesto a pagarlos. Si no os rompen el presupuesto y vais sólo un día de fin de semana (que el sitio está a reventar) os recomiendo cogerlo.
El parque entero puede verse en un día, pero es muy recomendable si os gustan los parques de atracciones y lo queréis disfrutar a fondo que os quedéis en alguno de sus cuatro hoteles y le dediquéis un par de días.
¡Para nuestra tropa ha sido un viaje terroríficamente divertido!
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